jueves, 18 de noviembre de 2010

Formacion de valores en grupo

UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA
PROGRAMA DE ENFERMERIA
ASIGNATURA: DESARROLLO HUMANO II
II PERIODO 2010

GUIA No. 6

UNIDAD No. 5: FORMACION DE VALORES EN GRUPO

FECHA DE INICIO:______________FECHA DE TERMINACIÓN:________________
TIEMPO PROBABLE:_______________ TIEMPO REAL:_______________________
ALUMNO:____________________________________________________________
DOCENTE: Esp. MARGARITA PACHECO PEREZ

I. TEMA:

II. LOGROS: El alumno
 Identifica las clases de valores, mediante el análisis de los mismos para establecer la prioridades de ellos en su diario vivir.
 Centra la atención en las actitudes y comportamientos personales, presentes y futuros.
 Toma decisiones y actúa conscientemente basándose en creencias, actitudes y valores.
 Hace un planteamiento personal sobre sus creencias.


III. IDEAS BASICAS

1. DEFINICIÓN DE VALORES
Conjunto de creencias y actitudes personales sobre la verdad, belleza o el valor que se atribuye a ideas, objetos o comportamientos (acciones). Son importantes para la existencia humana porque orientan y producen la acción.
Los valores son todo lo bueno que el hombre quiere alcanzar, porque lo hacen mejor como persona. Son bienes que no inventamos nosotros mismos, sino que los descubrimos a lo largo de nuestra vida y al descubrirlos, los deseamos porque intuimos que son buenos para nosotros. Cuando descubrimos un valor y nos decidimos a alcanzarlo, poniendo todos los medios para lograrlo, automáticamente nos superamos como personas.

2. CLASES DE VALORES

Los valores se pueden dividir en ocho grandes categorías: económicos, físicos, sociales, afectivos, intelectuales, estéticos, morales y religiosos.

Veamos cada uno de ellos para que conozcas sus características y eso te ayude a establecer tu propia jerarquía de valores:

1. Valores económicos. Estos valores son los que satisfacen tus necesidades fisiológicas (casa, comida, vestido, cosas materiales); su fin es alcanzar la riqueza y la comodidad. Son valores muchas veces necesarios, pero si les das demasiada importancia en tu vida, existe el riesgo de que te detengas sólo en lo material y pierdas de vista el verdadero sentido de tu vida. Nunca debes olvidar que la felicidad no la encontrarás al tener más, sino al ser más.

2. Valores físicos. Satisfacen tu necesidad de seguridad. Son todos aquellos que buscan la salud y la perfección de tu cuerpo y que te llevan al bienestar físico. Tu cuerpo es un gran don que Dios te ha dado y no lo puedes menospreciar, por lo cual un valor indudable es el cuidado prudente de tu propia salud. Sin embargo, hay personas que le dan tanta importancia al cuidado de su cuerpo que se olvidan del alma y de la verdadera trascendencia de su vida, ocupando la mayor parte de su tiempo en el físico-culturismo, el arreglo personal y la vanidad. Cuidar tu cuerpo es bueno, pero dedicarle demasiado tiempo a ello es un desperdicio, pues todos los cuerpos terminarán de igual manera con la muerte: comidos por los gusanos. No vale la pena darle tanta importancia a algo que no te vas a llevar a la eternidad.

3. Valores sociales. Como su nombre lo indica, estos valores son los que satisfacen tus necesidades sociales, de ser conocido, reconocido, respetado y apreciado por los demás. Buscan alcanzar el poder, la fama y el prestigio ante los que te rodean. Al hombre que los alcanza se le llama "símpatico, famoso o líder". Son valores muy importantes, pero debes tener cuidado en no actuar sólo por lo que piensen los demás de ti, sino por la convicción de que estás actuando como Dios espera de tí. Hay muchos jóvenes que , por "quedar bien con los cuates" han caído en vicios como la droga o la pornografía y en acciones como el vandalismo o el robo, y han terminado en la cárcel.

4. Valores afectivos. Son los que satisfacen tus necesidades de amar y sentirte amado. Buscan el afecto y el placer. Entre ellos está el compañerismo, la solidaridad, la amistad y el amor en todas sus formas humanas. Son muy importantes, pero muchas veces hay que dejarlos para escoger bienes mayores. A quien los alcanza, lo llamamos "amable y sensible". Dentro de estos valores, encontramos a los valores familiares. La familia es un valor, porque dentro de ella recibes la vida, aprendes a amar y a ser amado, a comprender y ser comprendido, a ayudar y a ser ayudado, a ser libre y fiel, y es donde vas formando tu propia personalidad.

5. Valores intelectuales. Te dan claridad y profundidad de pensamiento, y te permiten una búsqueda sincera de la verdad. Esos valores te perfeccionan en cuanto ser dotado de razón y te encaminan a la sabiduría. Entre éstos tenemos el valor del estudio, la investigación, el análisis de problemas, y los llamados valores psicológicos, que son todos aquellos que buscan la salud de tu mente. Así como es importante cuidar el cuerpo de los microbios, también es importante cuidar la mente de las ideas infecciosas que rondan por el mundo. El hombre que alcanza los valores intelectuales, decimos que es un "hombre sabio".

6. Valores estéticos o artísticos. Te ayudan a captar la belleza o a producirla por medio de obras de arte. Te llevan al gozo de la armonía a través del arte: la música, baile, pintura, escultura, etc. El hombre que los alcanza es un "artista".

7. Valores morales. Los valores morales te perfeccionan como persona íntegra. Estos valores tienen que ver directamente con la bondad o la maldad de los actos humanos. Los valores morales son hábitos buenos, actitudes de vida, que te llevan a actuar siempre buscando el bien, en cualquier lugar y circunstancia. Dentro de los valores morales, están los valores de la voluntad, que te permiten alcanzar fuerza y solidez de carácter, dominio de tus pasiones e instintos, constancia en tus determinaciones y propósitos, energía en tus decisiones, también están la sinceridad, justicia, fidelidad, bondad, honradez, benevolencia, etc.. Estos valores juegan un papel determinante en la formación de tu madurez y responsabilidad. El hombre que los llega a alcanzar se convierte en un "hombre íntegro".

8. Valores religiosos. Estos te llevan directamente a tu fin último. Son los que permiten tu relación personal con Dios, que es fundamento de todos los demás valores. Este tipo de valores intervienen en toda la persona, la que al alcanzarlos empieza a actuar dirigida por la fe, por encima de todas sus demás facultades y necesidades. El hombre que los alcanza se convierte en un "hombre santo". Entre ellos tenemos: Fe, esperanza, caridad, humildad, etc

Como decíamos al inicio, todos los valores son importantes y buscarlos y alcanzarlos te hace que crezcas como persona. ¿Cuáles son los más importantes para ti?
Dentro de la serie innumerable de opciones que tomamos en la vida, nuestras decisiones morales son, seguramente, las más sobresalientes. Nuestras decisiones de conciencia constituyen los momentos de mayor grandeza en nuestra vida.

3. DESARROLLO MORAL

Es la capacidad del hombre para distinguir el bien del mal y así realizar los actos que lo llevan a crecer como persona y omitir los que lo destruyan. Este desarrollo se va dando en el hombre de acuerdo al crecimiento de su inteligencia y entendimiento, pero también de acuerdo a la educación que reciba y a la influencia del medio ambiente. Solemos sentir satisfacción cuando hemos actuado bien; y experimentar remordimiento cuando hemos obrado mal
«El bien» no se identifica simplemente con lo que me atrae o que me resulta agradable o útil. Algo es bueno cuando es lo que debería ser, y algo es ´bueno para mí´ cuando me ayuda a ser lo que debo ser.
Cómo pueden saber entonces si van por el camino correcto? Dios ha puesto dentro de cada uno de nosotros una guía para iluminarlos y es a lo que llamamos la conciencia.

LA CONCIENCIA: Es la capacidad que Dios nos ha dado de distinguir el bien del mal y de inclinar nuestra voluntad a hacer el bien y evitar el mal. Te ordena en el momento oportuno, practicar el bien y evitar el mal. Juzga las opciones concretas aprobando las buenas y denunciando las malas.

La conciencia te dice a cada momento lo que se debe y lo que no se debe hacer. Cuando haces algo bueno, la voz de tu conciencia te aprueba, cuando haces algo malo, esta misma voz te acusa y condena sin dejarte en paz. Pero su función no se limita a emitir un juicio después de que ya hiciste algo, sino que valora tus decisiones antes de que actúes y es testigo de tus actos.

La conciencia recta conoce la verdad. Está atenta para iluminarte en cada momento de tu vida. Te aplaude cuando haces algo bueno y te recrimina cuando haces algo malo para abrirte el camino del arrepentimiento y del perdón. Una conciencia bien formada siempre te invitará a actuar de acuerdo con tus principios y convicciones, te impulsará a servir a los hombres, a promover lo positivo y eliminar lo negativo.




El papel de la conciencia

La conciencia actúa en tres momentos distintos: 1) antes de decidirnos a actuar, 2) mientras actuamos, y 3) después de haber actuado. Antes de decidirnos a actuar, la conciencia nos ilumina y aconseja. Nos revela la cualidad moral de la acción que estamos pensando realizar y, en consecuencia, ordena, prohíbe o permite, según sea la acción buena o mala. Mientras actuamos, nuestra conciencia atestigua que la acción es moral o inmoral, buena o mala. Finalmente, después de haber actuado, la conciencia juzga lo que hemos hecho y emite un juicio de alabanza o de condena por el acto cometido.

Se podría comparar la conciencia con el dolor físico. A nadie le gusta sentir dolor y, sin embargo, tiene una función muy importante. El dolor nos anuncia que algo no anda bien en nuestro organismo. Supón que te has fracturado una pierna, pero no sientes ningún dolor. Tal vez seguirías trabajando o jugando, aunque la lesión se hiciese más grave; tal vez el hueso soldaría por sí solo, pero en una posición incorrecta. Del mismo modo, la conciencia nos indica que se ha producido un daño en nuestra vida de forma que podamos repararlo.

El papel de la conciencia, sin embargo, no se limita a descubrir lo malo, sino que nos alienta, y esto es más importante, a obrar el bien, a buscar la perfección en todo lo que hacemos. Cuando se presenta la oportunidad de ayudar a una persona mayor a llevar la bolsa de compras a su coche, o de lavar los platos en la cocina, nuestra conciencia nos estimula a actuar de forma positiva.

¿Puede la conciencia darme indicaciones falsas?

Desgraciadamente tu conciencia no es infalible, puede equivocarse cuando se ha deformado. Puede llegar a tener por bueno lo malo dándote indicaciones falsas o simplemente dejando de dártelas. Esto puede suceder por ignorancia, por los criterios del ambiente en el que vives, por criterios falsos que hayas interpretado como verdaderos o por debilidades repetidas.

¿Cómo se llega a deformar la conciencia?

Puedes estar seguro de que tu conciencia no se deformará de un día para otro.

La deformación de la conciencia generalmente es fruto de malos hábitos:

* Puedes deformar tu conciencia poco a poco, sin darte cuenta, si aceptas voluntariamente pequeñas faltas o imperfecciones en tus deberes diarios. A fuerza de ir diariamente haciendo las cosas "un poco mal", llega un momento en el que tu conciencia no hace caso de esas faltas y ya no te avisa de que tienes que hacer las cosas bien.

* También puede suceder que deformes tu conciencia a base de repetirle principios falsos como: "No hay que exagerar", "Tómalo con calma", "Todo el mundo lo hace", "A cualquiera le puede pasar". Se convierte así en una conciencia adormecida, insensible e incapaz de darte señales de alerta. Esto se da principalmente por la pereza o la superficialidad, que te impiden entrar a ti mismo para analizar lo que haces.

* Puedes convertir tu conciencia en una conciencia domesticada si le pones una correa, con justificaciones de todos tus actos, cada vez que quiera llamarte la atención, por más malos que estos sean: "Lo hice con buena intención", "Se lo merecía", "Es que estaba muy cansado", etc. Es una conciencia que se acomoda a tu modo de vivir, se conforma con cumplir con el mínimo indispensable.

* También puede ser que tu conciencia sea una conciencia errónea, es decir, que te dé señales falsas porque no conoce la verdad. Esto puede ser por tu culpa o por culpa del influjo del ambiente en el que vives.

Hay varios tipos de conciencia errónea:

 Conciencia ignorante. Es la que realmente no sabe si los actos son buenos o malos y permite que cometas actos malos sin darte cuenta de su maldad. Es el caso de cuando no conoces una ley y la quebrantas. Si no la conoces porque no tenías forma alguna de conocerla, entonces no tienes ninguna culpa; pero si no la conoces porque no querías conocerla, entonces pecas como si la conocieras.

 Conciencia escrupulosa. Para este tipo de conciencia todo es malo. Es opresiva y angustiante pues recrimina hasta una imperfección natural exagerándola como si fuera una falta horrible.

 Conciencia laxa. Es lo contrario de la escrupulosa. Este tipo de conciencia minimiza las faltas graves haciéndolas aparecer como pequeños errores sin importancia.

 Conciencia farisaica. Es la que se preocupa por aparentar bondad ante los demás mientras en su interior hay pecados de orgullo y soberbia. Es hipócrita, quiere que todos piensen que es buena y eso es lo único que le importa. Se preocupa de cumplir las normas y reglas exteriores y se olvida de la caridad y de la justicia. Reza mucho, pero es la que más critica a los demás.

¿Cómo puedo darme cuenta de que mi conciencia está deformada?

Hay tres reglas importantes que debe seguir toda conciencia recta:

1. Nunca puedes hacer el mal para obtener un bien. En otras palabras: el fin no justifica los medios.

2. No hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti, o visto en forma positiva: trata a los demás como te gustaría que ellos te trataran.

3. Respeta siempre los actos de los demás y los juicios de su conciencia. Esto quiere decir que tu conciencia no debe juzgar los actos de los demás, sino únicamente los tuyos. "Cree todo el bien que oye y sólo el mal que ve."

Si te das cuenta de que tu conciencia viola alguna de estas reglas y no te avisa en el momento adecuado, ni te recrimina por ello, es muy factible pensar que está desviada o deformada.

Al percibir esto, lo mejor es poner enseguida manos a la obra para mejorar, teniendo en cuenta los siguientes tres aspectos:

1. Tienes obligación de formar tu conciencia de acuerdo con tus deberes personales, familiares, de estudiante y ciudadano; los 10 mandamientos, los mandamientos de la Iglesia y todas las responsabilidades que hayas contraído libremente. Esta obligación es tuya y nadie la puede cumplir en tu lugar.

2. Es necesario que actúes siempre con conciencia cierta, es decir, que los juicios de tu conciencia sean seguros y fundados en la verdad. Por ello debes, estudiar y preguntar cómo actuar correctamente.

3. Nunca olvides que si tu conciencia está deformada sin que tú seas culpable de ello, como podría ser porque alguien te aconsejó con criterios falsos, entonces la responsabilidad de tus actos es menor, pero si tu conciencia está deformada por tu propia decisión o negligencia, por no haber puesto los medios para formarla, entonces la responsabilidad de tus actos y su culpabilidad es mayor.

¿Qué puedo hacer para formar mi conciencia?

* Estudia, infórmate. Recuerda que el pretexto de "es que nadie me lo había dicho", no sirve como excusa ante Dios y los demás, pues es propio de una persona madura formarse e informarse de las normas que deben regir su vida.

* Reflexiona antes de actuar. No te guíes por tus instintos o por los slogans que oyes, sino por convicciones serias y profundas. Recuerda que tampoco es buen argumento el "creí que era bueno porque todo el mundo lo hace".

* De vez en cuando revisa tu vida, buscando lo que Dios quiere de ti y viendo en qué puedes estar fallando.

* Pide ayuda y consejo a alguien . Una visión objetiva y externa de tu vida siempre será útil. Muchas veces puedes estar ahogándote en un vaso de agua, pero verdaderamente te estás ahogando. Necesitas alguien que te diga que es sólo un vaso y te saque de él.

* Nada mejor que un buen examen de conciencia seguido por una buena confesión. Si te confiesas frecuentemente, tu conciencia se irá haciendo más delicada y más sensible a la voz de Cristo y a tus pequeñas faltas. Si esperas a tener un pecado "gordo" para confesarte, tu conciencia irá perdiendo sensibilidad a los detalles será cada vez más tosca y burda.

* Sé sincero contigo mismo, con Dios y con las personas. Llámale a cada cosa por su nombre, sin tratar de justificar lo que haces o de darle nombres disfrazados que aparentemente le quitan importancia a los fallos y aún a los pecados graves.

* Actúa siempre de cara a Dios, con ganas de darle gusto a Él y no a los demás. Los criterios de los amigos, del "qué van a pensar de mí" o de "es la moda", no son criterios que justifiquen una mala acción.

* No te desanimes ante las caídas, aunque sean muy profundas. Aprende siempre a comenzar de nuevo. Nunca te dejes llevar por el "ya no lo voy a intentar, pues siempre vuelvo a caer en lo mismo".

* Forma hábitos buenos. Programa tu vida y tu tiempo y no te permitas ningún fallo voluntariamente aceptado.

RECUERDA:
La decisión de aceptar y vivir los valores que se les presentan es una responsabilidad muy importante que deben tomar con bases firmes y no dejándose llevar por lo que les dictan la moda, el medio ambiente o los medios de comunicación.

¿Qué debes hacer cuando otros critican tus valores?

Como cada persona considera que sus valores son los correctos o los mejores, a veces critica los valores de los demás. Cuando esto te suceda, si estás seguro de estar en la verdad, escucha lo que te dicen, pero después expresa claramente en qué no estás de acuerdo y da tus razones, manteniéndote firme en la fe. Mientras respetes a los demás, no es tu obligación estar de acuerdo con sus valores.

Algunos individuos utilizan el chantaje emocional para presionarte a hacer cosas que no necesariamente debes hacer. Si tienes una conciencia clara de tus valores, te puedes defender y hacer frente a este tipo de presiones que algunos quisieran imponerte.

4. CLARIFICACIÓN DE VALORES
Proceso que estimula a la persona a conocerse a sí misma. Es una forma de reconocimiento de lo significativo para la persona. Su finalidad no es adoctrinar para adoptar un conjunto de creencias únicas. Un conjunto específico no satisface a todas las personas. En cambio, la clarificación permite que cada persona descubra sus propios valores.
Proceso para clarificar valores
1. Seleccionar Paso 1. Los valores se deben seleccionar libremente y sustraerse del adoctrinamiento.
Paso 2. Los valores se deben escoger entre varias alternativas. Debe ser por elección.
Paso 3. Los valores se deben elegir después de considerar las consecuencias de la elección.

2. Valorar
Paso 4.
Estar orgulloso de la elección de valores.
Paso 5. Confirmar públicamente sus valores. Sustentar activamente sus posiciones.

3. Actuar
Paso 6.
Hacer que sus valores sean parte de sus conductas. Esta es la prueba, hablar sobre un asunto pero no hacer nada, no es actuar con base en los valores.
Paso 7. Hacerlo repetidamente. Cuando se valora algo, se aplica a la vida en numerosas ocasiones.


IV. ACTIVIDAD DE REFLEXION INDIVIDUAL:

A continuación desarrolle los ejercicios que se encuentran en esta actividad. Esta tarea debe hacerse de manera individual. La reflexión personal es el ingrediente básico de los ejercicios. Recuerde que es importante estar orgulloso de su elección de valores y que debe actuar en concordancia.
EJERCICIOS PARA CLARIFICACION DE VALORES PERSONALES Y PROFESIONALES:
Ejercicio No. 1
En su vida personal, ¿cuáles son los valores que considera más importantes? Ubíquelos en orden prioritario del 1 al 15, comenzando por 1 el más importante y finalizando con 15 el menos importante.
_____ Una vida cómoda o próspera.
_____ Obediencia (el deber, el respeto).
_____ Ambición (trabajo duro, aspiraciones).
_____ Igualdad (hermandad, iguales oportunidades para todos).
_____ Libertad (independencia, libertad de opción).
_____ Autoestima (respeto propio).
_____ Reconocimiento social (respeto, admiración).
_____ Honestidad (sinceridad, veracidad).
_____ Autocontrol (autodisciplina, reserva).
_____ Felicidad (vivir contento).
_____ Sentimiento de logro (hacer contribuciones reales).
_____ Alegría (gracia, simpatía).
_____ Armonía interna (ausencia de conflictos interiores).
_____ Madurez en el amor (intimidad sexual y espiritual).
_____ Espiritualidad (relación personal con Dios).
Revise la lista y discuta consigo mismo, con amigos, con la familia o con colegas: ¿Qué aprendió? Analice si estos valores son iguales o diferentes a otros valores de su vida.
EJERCICIOS PARA CLARIFICACION DE VALORES PERSONALES Y PROFESIONALES:
Ejercicio No. 2
o En la columna de la derecha liste las 10 cosas que a usted más le gusta hacer. Haga la lista ahora mismo antes de leer cualquiera otra de las instrucciones de esta página, (puede ayudar si piensa en actividades que hace en diversas circunstancias, en diferentes épocas del año, o si piensa en las personas con quienes le gusta estar o en lugares que le son especiales).
_____ 1 ________________________________________________________
_____ 2 ________________________________________________________
_____ 3 ________________________________________________________
_____ 4 ________________________________________________________
_____ 5 ________________________________________________________
_____ 6 ________________________________________________________
_____ 7 ________________________________________________________
_____ 8 ________________________________________________________
_____ 9 ________________________________________________________
_____ 10 ________________________________________________________
o En las líneas de la izquierda de cada número, codifique sus respuestas teniendo en cuenta las siguientes directrices: Coloque...
o S en las actividades que realiza sola/solo.
o O en las actividades que hace con otras personas.
o M en las actividades que quiere hacer mejor.
o R en las actividades que son relajantes para usted.
o RC en las actividades que implican riesgo calculado.
o I en las actividades que algunas personas considerarían informales.
o A en aquellas que usted recibe alabanzas.
o E en las actividades que requieren ejercicio físico.
Finalmente coloque la fecha que indique cuándo fue la última vez que realizó la actividad respectiva.
o Revise ahora sus respuestas y sus códigos. Tenga en cuenta que esta es una lista de cosas que a usted le encanta hacer de verdad. Hágase las siguientes preguntas:
o ¿Qué aprendí de este ejercicio?
o ¿Qué me sorprendió descubrir?
o ¿Qué me gustó oir?
o ¿Qué me disgustó descubrir?
o ¿Cuáles son mis prioridades reales?
o Este ejercicio es realmente útil si lo usa para actuar y comenzar a pasar más tiempo haciendo las cosas que realmente le gustan.
o Comparta algo de lo que aprendió y discútalo con familiares, amigos o colegas.


V. ACTIVIDAD EN TRINAS (GRUPOS DE TRES)

Después de haber leído las Ideas Básicas resuelvan en sus cuadernos el siguiente cuestionario:
a. Realiza un mapa conceptual sobre los valores y las clases de valores Enuncia en un cuadro cada una de las facultades y características de la personas.


VI. ACTIVIDAD DE PROFUNDIZACION

¿RECUERDAS EL CUENTO DEL ÁGUILA QUE CRECIÓ EN UN CORRAL DE GALLINAS?

En una ocasión, alguien encontró un huevo de águila y lo colocó en una jaula de gallinas para ver si alguna de ellas lo empollaba. Cuando nació, el aguilucho se adaptó rápidamente a la vida del corral, comportándose como una gallina.
Un día, otra águila, que la vio en el corral con las gallinas, decidió bajar a conversar con ella: «¿Qué estás haciendo aquí con el pico en el cieno? Tú estás hecha para empresas más altas: encumbrarte por los cielos, ser experta cazadora, contemplar la tierra desde muy, muy alto». La convenció de que por lo menos lo intentara. Hizo que la observara despegar y aterrizar, y le invitó a probar la capacidad de sus propias alas. De este modo, el águila del corral aprendió a volar.
La moraleja de este cuento es muy sencilla: la altura que alcancemos en la vida depende de nuestros ideales y del empleo que hagamos de nuestro potencial. Para marcarse metas es preciso ante todo saber de qué se es capaz. De este modo, conocer nuestra naturaleza será de gran ayuda para fijar los valores que nos son propios.
"La persona madura guía su conducta por la razón y los criterios de fe, orienta su voluntad hacia el bien, sabe relacionarse con los demás en modo generoso, posee un claro proyecto de vida y se entrega con decisión a su realización".

VII. EVALUACIÓN:

Para la evaluación de esta guía de trabajo, se tendrán en cuenta los siguientes aspectos:
• Observación directa del interés, laboriosidad, participación y aprovechamiento del tiempo durante el proceso de realización de la guía.
• Motivación y disposición demostrada por el estudiante en los trabajos individuales, grupales y de profundización.
• Participaciones sólidas y efectivas en el desarrollo de la clase.
• Socialización de las actividades para comprobar la conceptualización.
• Presentación adecuada y organizada de las actividades en el cuaderno.




El taller debe ser entregado en fisico el 23 de nov en horas de la tarde a las monitoras
grupo a Sandra Rojas cel 3155323803
grupo b Silvana Candelario cel 3016682698